El Patronato de Protección a la Mujer indujo al suicidio
El Patronato de Protección a la Mujer, vigente hasta 1985, indujo al suicidio.
Editorial | 23 de enero de 2024Consuelo G. del Cid Guerra
La institución fascista por excelencia contra las mujeres menores de edad, cuya tutela se extendía hasta los 25 años, encerró a decenas de miles de adolescentes en sus reformatorios (palabra escasamente pronunciada), lugares disfrazados de conventos que insistieron en ser llamados "colegios de formación". ¿En qué colegio interno te pasas el día fregando, trabajando en talleres sin remuneración alguna, y rezando? La formación académica no era una prioridad. Estamos ante un sistema penitenciario oculto para menores que la Ley de Memoria Democrática no contempla. Nosotras, no tenemos muertas en las cunetas. Nadie vino a darnos un tiro en la nuca. Tenemos suicidas, que optaron por acabar con su vida antes de continuar soportando semejante infierno. Algunas se tiraban por la ventana. Otras, se cortaban las venas, sin que nadie las atendiera. De la autolesión al suicidio. Muertes que se justificaron como "intentos de fuga", y adiós muy buenas. Sus nombres, estampados en hábiles crónicas de sucesos, no daban lugar a dudas. Mintieron hasta el final de sus días. Quienes funcionaron sobre el papel, jamás se preguntaron qué sucedía. Iglesia y Estado fueron de la mano hasta 1985. Las menores tuteladas por el Patronato estaban en manos de sus congregaciones auspiciadas por el mismo.
"Dame una paliza, por favor. Hazme sangre, ábreme la cabeza. Solo así podré escapar cuando no les quede más remedio que llevarme al hospital". Peticiones como ésta eran habituales entre las internas. Fuga o muerte. Libertad o muerte.
Estamos ante el agujero más profundo de la memoria. La España negra por excelencia. Ese pasadizo oculto del que me llevo ocupando los últimos doce años, sin tregua. Gran parte de los expedientes -dicen- han desaparecido. Pero tenemos fotografías que demuestran nuestro paso por esos infames lugares. También -algunas- el primer DNI, donde consta la dirección del primer reformatorio.
"Nos piramos esta noche y que sea lo que Dios quiera". " Prefiero estar muerta que seguir aquí un día más". "No llores tanto, que te van a meter en Ciempozuelos, y del psiquiátrico no sales".
Somos memoria, nadie nos podrá negar lo que vivimos. ¿Dónde está la justicia?.
